El comienzo de la cadena alimentaria y de otras cadenas de consumo, es la semilla. Tradicionalmente se tiende a olvidar y se empieza a hablar de la planta y del producto obtenido, pero antes se encuentra una etapa imprescindible que se encarga de la semilla, el único insumo imprescindible para el sostenimiento de la cadena de consumo tal como la entendemos, segura y diversa.

La semilla tiene una importancia todavía no suficientemente valorada, no solo para el agricultor, sino de manera mucho más especial para el consumidor y para la sociedad en general.

La obtención o mejora vegetal es una actividad altamente tecnificada y de enorme trascendencia económica, basada en la investigación y desarrollo de nuevas variedades de semillas y  plantas. Da respuesta a las demandas tanto de los agricultores, de los productores como de los consumidores finales contribuyendo a la sostenibilidad económica, medioambiental y social de toda la cadena alimentaria y de los cultivos de uso industrial.

Entre la década de los sesenta y el año 2019, los incrementos de productividad han sido espectaculares en todos los cultivos, creciendo entre el 1% y el 3% anual. Esto ha supuesto, por ejemplo, que en el caso de los cereales, el aumento de la productividad haya aumentado en este periodo entre el 100% y el 200%, dependiendo de los cultivos. Otros cultivos esenciales como la patata, ha alcanzado un incremento de casi el 80% (Pingali&Rajaram. World wheat facts and trends. 1999. CIMMYT Institute. Mexico DF). En algunos cultivos como el tomate, se ha aumentado hasta un 1.000% (Informe «Aportaciones de la Mejora Vegetal en España» del Insitut Cerdá).

Según un informe de la FAO, alrededor del 40% de este incremento en la productividad corresponde a la mejora de las variedades vegetales (Responding to the challenges of a changing world: the role of new plant varieties and high quality seed in agriculture. Second World Seed Conference. FAO. 2009). Estudios recientes aumentan este porcentaje debido a la evolución en las técnicas de mejora y lo sitúan alrededor del 65% (Informe Noleppa. HFFA Research GmbH launched a new study «The socio-economic and environmental value of plant breeding in the EU, specifically considerint the EU’s «From Farm to Fork» and «Biodiversity» strategies».)

Entre la década de los sesenta y el año 2019 los incrementos de productividad han sido espectaculares en todos los cultivos.

Menú